La Sociedad Rural, la Federación Agraria, CRA y Coninagro emitieron un comunicado. También pidieron baja de impuestos y de retenciones.
Las principales entidades del campo emitieron este miércoles un comunicado en el que le pidieron al Gobierno baja de impuestos y de retenciones, entre otros beneficios, y advirtieron sobre el “riesgo” que podría generar la apertura de importaciones para la producción de alimentos local.
La Sociedad Rural, la Federación Agraria, CRA y Coninagro emitieron hoy un escrito tras una reunión que mantuvieron en el marco de la Comisión de Enlace de las Entidades Agropecuarias (CEEA), en la que se abordaron distintos temas vinculados a la producción agropecuaria.
En el comunicado, las organizaciones del agro pidieron una reunión con el titular del Banco Central (BCRA), Santiago Bausili, por “la falta de respuestas” al reclamo por “el recargo en la tasa a los productores de trigo y soja con más del 5% de existencias dadas las retenciones crediticias ante la próxima campaña 24/25”.
Las entidades del campo también mostraron su preocupación por el riesgo que puede generar la apertura de importación de alimentos en la producción local “si no hay igualdad de condiciones” y advirtieron sobre “el severo perjuicio que generan los aumentos desmedidos de impuestos y la creación de tasas”.
“La alta carga impositiva, que se lleva el 65% de la renta general y aún más en otras producciones, significa un importante aumento en los costos de producción, no sólo por los aumentos en los combustibles (que tienen un 47% de impuestos), de la lógica, y ahora por el Impuesto País, aplicando a los insumos dolarizados”, indica el comunicado.
Además, el escrito difundido las organizaciones señalaron que “gran parte de las producciones y en especial de las economías regionales, pasan por una situación crítica” y, en este marco, pidieron “tomar medidas urgentes de tipo fiscal” y “anunciar ya una baja en los derechos de exportación”.
Las entidades también se mostraron a favor de promover una “reforma laboral” y una “ley de semillas”, mientras que mostraron su preocupación por “el alto costo” de la vacuna de la fiebre de aftosa y “los altos costos de logística” de zonas productivas alejadas a los puertos.